EspañolLa magia del SCOBY: el té transformado en la magia del kombucha picante

¿Has oído hablar alguna vez de un SCOBY? Parece algo sacado de una película de ciencia ficción, ¿no? No es una forma de vida extraterrestre, pero tiene habilidades sobrenaturales. SCOBY es el acrónimo de cultivo simbiótico de bacterias y levaduras. El ingrediente mágico es lo que transforma el té en la delicia efervescente y picante que es el kombucha. ¿Más información?

Imagina que empiezas bebiendo té endulzado. Es fácil. Cuando añades un SCOBY, los resultados son increíbles. El SCOBY se come el azúcar del té y lo fermenta. Esto produce la acidez característica del té y esas deliciosas burbujas.

¿Cómo empiezas tu aventura con el kombucha? Primero necesitarás un SCOBY saludable. Puedes comprar o pedirle prestado uno a un amigo. Asegúrate de que el calcetín esté fresco, brillante y alegre, sin colores ni olores extraños.

El siguiente paso es preparar la base del té. También se puede utilizar té verde, aunque el té negro es la opción tradicional. Mientras el té todavía esté caliente, disuelve una taza de azúcar en 8-10 tazas. Deja que el té se enfríe a temperatura ambiente y luego introduce el SCOBY.

Vierte el edulcorante enfriado en un frasco grande de vidrio (evita usar recipientes de metal, ya que interferirán con la fermentación). Coloca el SCOBY suavemente sobre el frasco y cúbrelo con un paño y una banda elástica. Esto evitará que entren insectos y polvo y permitirá que circule el aire.

Comienza el juego de la espera. Coloca el frasco sobre una superficie cálida, lejos de la luz solar directa (piensa en una encimera de cocina o el alféizar de una ventana) y deja que la naturaleza haga lo suyo durante 7-10 días. Puedes echar un vistazo debajo del paño para ver cómo progresan las cosas, pero trata de evitar mover o revolver demasiado el frasco.

Verás cambios a medida que pasen los días: se forma una capa sobre el SCOBY original, aparecen burbujas en el líquido y tal vez incluso trozos fibrosos flotando (¡esto es totalmente normal!). Comienza a probar los líquidos alrededor del séptimo día. Usa una cucharilla limpia cada vez para encontrar el equilibrio perfecto entre dulce y ácido.

¡Felicitaciones! Has preparado kombucha. Retira los SCOBY viejos y nuevos con cuidado de tu bebida. Se pegarán como mejores amigos. Déjalos a un lado en una kombucha que haya sido terminada para su conservación.

Usa botellas de vidrio que estén diseñadas para carbonatar (piensa en botellas con tapa abatible) y embotella la mayor parte del líquido restante. Deja solo lo suficiente como líquido de inicio para los lotes posteriores, si lo deseas. Puedes agregar más efervescencia (¿quién no lo hace?) agregando jugo de frutas o fruta picada antes de sellar bien. Luego, déjalo a temperatura ambiente durante unos días antes de refrigerarlo. Agrega un poco de jugo de fruta o fruta picada antes de sellar bien la botella. Luego, déjalo a temperatura ambiente durante unos días más antes de refrigerarlo.

Ahora tienes tu propia kombucha casera. El tiempo y la temperatura de preparación variarán de un lote a otro, lo que hace que cada uno sea único.

No se trata solo de hacer bebidas deliciosas, sino también de un divertido experimento científico en tu propia cocina. Saber exactamente qué contiene cada botella también significa que no hay ingredientes desagradables escondidos dentro de la versión comprada en la tienda.

¡Toma esa masa mística conocida como SCOBY y emprende un viaje hacia deliciosas bebidas caseras llenas de sabor y probióticos!

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